Les importamos un pepino
Las organizaciones agrarias están alarmadas. Al igual que ha pasado con el almacenamiento privado de aceite, el verdadero problema de la crisis del pepino es que no somos nadie en la Unión Europea
Día 05/06/2011 - 08.39h
Los agricultores de Almería no salen de su asombro. Llevan años denunciando que ellos cumplen unos altos estándares de calidad que sin embargo la UE no exige a los tomate o pepinos que llegan desde terceros países, especialmente Marruecos, a los mercados franceses o alemanes y que compiten directamente con los andaluces. Los horticultores españoles han reclamado en multitud de ocasiones que se le exija a los productos africanos las mismas pautas sanitarias, medioambientales o laborales que las explotaciones nacionales cumplen escrupulosamente. Bruselas hace caso omiso de la petición española porque quiere ayudar al «amigo marroquí» y porque el producto sale más barato. Y cuando se produce un caso como el actual, las autoridades alemanas, con el silencio de las europeas, no dudan en señalar sin pruebas (y erróneamente) precisamente a España pero ni se les ocurre replantearse los peligros de esa otra competencia del sur incontrolada. Las organizaciones agrarias están alarmadas porque, al margen del daño económico y de imagen producidos, la «crisis del pepino» ha vuelto a poner sobre la mesa la falta de peso de los responsables españoles en Bruselas. También ha ocurrido con el almacenamiento privado de aceite, una medida que sólo supone unos 13 millones de euros para las arcas comunitarias y que sigue sin aprobarse, mientras que un problema similar de los alemanes con el cerdo y que cuesta 60 millones se ha activado en tres días.
A la espera de la PAC
El gran temor de las organizaciones agrarias es la negociación de la Política Agraria Común, que se quiere cerrar este año y que marcará el futuro de la agricultura andaluza, ya que están en juego los 1.600 millones de euros anuales que reciben 180.000 agricultores y ganaderos andaluces. «Tenemos a los representantes con menos peso en Europa en el momento más crítico», aseguran. Y es que el equipo de la ministra de [Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, la andaluza Rosa Aguilar, no ha dado
hasta la fecha muestras precisamente de su capacidad de influencia en Bruselas.
hasta la fecha muestras precisamente de su capacidad de influencia en Bruselas.
Una Cámara más «municipal»
Las Cámaras de Comercio españolas están pasando un momento especialmente delicado tras la decisión del de eliminar la obligatoriedad del pago de las cuotas camerales por parte de los empresarios a partir de 2012 (este año se siguen cobrando). Algunas cámaras, como la de Barcelona, ha anunciado un ERE que afectará a unas 100 personas, la mitad de la plantilla. En Andalucía, las 14 cámaras existentes están sorteando la crisis de manera desigual. Una de las que está realizando un gran esfuerzo para reinventarse es la Cámara de Comercio de Sevilla, cuyo presidente, Francisco Herrero, es un firme defensor de la importante labor de estas instituciones. La Cámara sevillana está analizando formas de colaboración con la CES (Confederación Empresarial Sevillana) para ofrecer servicios conjuntos. A ello se suma que las elecciones del 22-M les ha abierto una nueva puerta: tras años de ruptura con el Ayuntamiento, el Gobierno municipal entrante le ha tendido su mano. De hecho, el próximo delegado de Economía, Gregorio Serrano, ya se ha reunido con Herrero, quien le ha ofrecido diversas fórmulas de colaboración, incluída la encomienda de gestión de algunos servicios municipales a través de la estructura de la Cámara.
Ver la botella medio llena
La Junta de Andalucía ha dado a conocer esta semana un dato «positivo»: la economía andaluza creció en el primer trimestre un 0,2%. La cifra está absolutamente alejada del crecimiento que ya están experimentando otros países europeos, e incluso nos separa de España, que en ese mismo período creció un 0,8%, pero el Gobierno andaluz considera que este dato es el verdadero «brote verde» que esperaba la región tras tres años de recesión. Ya sólo nos falta multiplicar esa tasa de crecimiento por 10 y conseguir que el PIB crezca por encima del 2%, cifra mínima para empezar a crear empleo...
jllosa@abc.es
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